viernes, 25 de noviembre de 2011

Quiero.

Quiero buscar un rincón llamado pasado y rozar con mis manos la cintura de los contratiempos. quiero brillar en la oscuridad y al mismo tiempo hundirme en el océano.
quiero dejar de querer, mirar y dejar de ver, escuchar y dejar de oirme. quiero que mi padre sea una persona respetable, que mi abuelo sea alguien a quien admirar. Quiero orgullecerme de haber nacido en esta ciudad y deseo cambiar de nombre.
sin embargo me doy cuenta que de la misma manera en la que no pongo mayúsculas al principio de las frases, es posible que el mundo por una vez pueda hacerse a mi manera, y pararse justo en el momento en el que yo lo pido.
quiero ser sublime, y no necesitar demostrarlo, quiero empezar por el final y perderme a medio camino.
espero no morder polvo ni impresionarme por las luces de colores.
quiero ser un pez de colores, una carpa, o bien una carpa de circo en medio del escenario y que la gente venga a verme.
quiero ser el último clavo de una catedral de madera con una grosura de carmín.
quiero que los besos que no di estén en un frasco y devolverlos un día uno por uno.
quiero, y quiero querer.

martes, 25 de octubre de 2011

Ana.

Cuando hablo a la gente de ti, es como intentar decirles que el cielo es de un verde claro, y que el mar sólo es un charco con un puñado de sal. Es intentar explicarles que el sol del Verano a veces sales en Invierno, y que la brisa de Otoño aparece en las noches de Primavera.
Para aprender a aprenderte tuve que limpiar los prejuicios de mis zapatos, y sacar de mis bolsillos todo el miedo que podía haber. Esto es así porque cuando hablaba contigo no podía sentirme sólo, y no importaba la herida porque contigo siempre curaba. Deseaba mil y una veces decirte te quiero, teniendo miedo que las palabras no te llegasen al otro lado del muro donde te veía. Me vestía con una camisa que parecía querer decir olvido, cuando en realidad yo esperaba gritar valor.
Buscaba cada día tus ojos, tu sonrisa entre la gente; y camuflar mis pasos por miedo a que sonasen demasiado fuerte y salieses corriendo.
Sin embargo me demostraste que el destino existía, al menos para nosotros dos: y es que cuando estuvimos juntos de una vez empezamos a latir a un tiempo, y todo lo demás desapareció.
Eres la parte más importante de todo lo bueno que puede haber en mi, eres la esperanza que nunca quise perder y la sonrisa que jamás me faltaría.
Pienso en las innumerables veces que me has cuidado y querido como sólo tú sabes, y no puedo sentirme más afortunado por tener a mi lado a alguien que es sinónimo de superación y de amor incondicional.
He aprendido de ti que siempre hay una razón para sonreir, y que debemos ser fuertes, o al menos actuar como si lo fuéramos por muy mal que nos sintiésemos.
Me has permitido querer de verdad, amar sin límite ni miedo; y compensaré todo tu amor con cada uno de mis días, todas las caricias que me quedan y mil promesas hechas realidad pequeña.
Te quiero, y sabes que aún más que eso.
Gracias.

sábado, 22 de octubre de 2011

Una vez un hombre descansaba en el suelo de granito de un templo, el cual estaba en el centro de un bosque, rodeado de montañas; desde el cual se podía ver el sol naciente de China y los picos más altos de Mongolia.
Este hombre con túnica y sandalias gastadas, un día recibió una visita que atravesó las puertas grandes de madera que separaban el exterior, del patio central, sobrio y con un par de vasijas que rodeaban una figura de piedra.
El extraño, con paso dudoso se dirigió al hombre, que se encontraba en posición de meditación, preguntándole.
-¿Quién eres? ¿Cual es tu nombre y qué es este lugar?
El monje, no hizo más que guardar silencio.
-¿No entiendes mi idioma?
-Sí, lo entiendo.
-Entonces, contesta.
-No tengo nombre, este lugar sólo es un trozo de lo que quieres ver, y yo seré quien tu deseas que yo sea.
-Tú tienes una identidad, y este lugar una utilidad, una finalidad. Yo quiero saberlo.
-Quieres saberlo, pero ¿Quién eres tú? De que te sirve tu nombre, si nadie lo recordará. Tu nombre sólo te importa a ti, porque las estrellas no te escuchan, y ningún gravado se conservará para siempre. Esperas la información porque para ti es poder, pero un día ese poder será utilizado por otros. 
-Si no sabes nada, jamás podrás ser nadie.
-Toda información es solo un hilo, que yo te presento con un color, y tu entregarás con otro. La información no es absoluta, nadie lo es. Somos lo que vimos, seremos lo que aprendamos. Yo no te digo que no seas nada, sólo te digo que no seas cualquier cosa. Aprende a ver el mundo con otra lupa, no queriendo que los demás te digan lo que es, sino poniendo tu nombre a lo que observas. Por que la vida, al igual que la felicidad, tiene pautas, pero sólo tú conoces el camino. 

miércoles, 19 de octubre de 2011

Marruecos con especias de recuerdos.

Bueno, teniendo en cuenta que llevo un año sin ir allí, pero considerando que llevaba unos cinco visitándolo; considero que es un poco justo que hable sobre un lugar con bastantes palabras en el tintero.
Así que me pongo un disco de Seether en acústica para ponerme en ambiente, mientras pienso en lo primero que me vino a la cabeza cuando pise el barco allá por 2005.
Yo era un crío con un móvil multimedia y algún que otro ahorro en el bolsillo, que con el paso de los años fui refinando mis impresiones de un país que nunca dejo de hacerme sentir inseguro, al igual que tremendamente feliz.
Cuando entras allí te das cuenta de que la policía es corrupta, que la gente pasa hambre y que hay una especie de semidios con poderes políticos, judiciales, legislativos y religiosos al que llaman rey.
He visitado barrios pobres y palacios de gran prestigio, he visto coches de policía secreta y medinas solemnes; pero quizás una de las cosas que más me haya llamado la atención es que las personas sobreviven, que no viven,  con una mirada que parece decir- tranquilo no voy a morir aunque tenga los pies desnudos y estoy rogándote monedas por llevarte la fruta, cuidarte el coche o cualquier recurso.
Obviamente los ricos son muy ricos, y los pobre.. bueno ya os lo imagináis. Al igual que en otros países como  en Túnez, los avances tecnológicos que incrementaban el nivel de vida, sólo son aprovechados por el rey y su séquito.
El deporte nacional allí debe ser tomarse té ardiendo en las terrazas mientras se ve pasar el tiempo, porque en lo que respecta a baloncesto...¡Ni una sola camiseta o pantalón¡
Aunque puede resultar contradictorio, la mayoría del alimento que consumen a ser posible, lo compran en Ceuta, debido a que mucho productos se encarecen de manera considerable; claro excluyendo el pan y dulces que hacen las delicias de los visitantes de ferrys que llegan a Tanger.
Si tuviera  que quedarme con una ciudad me quedaría con Chefchauen, situada más al sur que otras ciudades como Tetuán o Tánger. Sobre todo por ser un milagro de la tradición, una ciudad bañada en azul con una medina preciosa coronada por un olivo centenario y una cascada en la parte más honda de la ciudad.
Desgraciadamente en todos mis recuerdos aparecen mercaderes, guías incómodos y otros individuos que sólo aspiran ganarse la vida en un país donde el poder está muy poco repartido, al igual seguro que la cultura y las duchas frías.
Hay otros entresijos, más bien morbosos que no quiero desvelar, porque me lo dijeron personas de confianza; y si hay algo que nunca quiero perder son los datos no confirmados  que al final acabo contando en confianza de quien quiera preguntarme.

martes, 18 de octubre de 2011

Comienzos con blablabla

Me parece increible que empiece mi primer blog con la expresión "me parece increible". Podría decirse que el título no es muy original ni ingenioso, a decir verdad, debía haber abierto un comic de Frank Miller a lo blanco y negro y escribir una anecdótica frase... bien debido a que no funcionó, y a que el libro que tengo más a mano es uno de principios de economía; decidí escribir el que tengo con pena y gloria.
No pensaba crearme una cuenta de blog (que por supuesto nadie seguirá) porque no me considero un post-adolescente inconformista que cuelga fotos en una página web pensando en lo puta y melancólica que es su vida fuera de casa. Además, si tengo mi propio blog es para poder soltar palabras bonitas como las anteriores sin remordimiento de conciencia, porque el pentágono estará en asuntos más importantes.
Por lo tanto adjudicaré mis chorradas mañaneras  y delirios nocturnos a escribir en este muro un par de cosas por semana, hablando sobre asuntos de interés, para mi obviamente; fruto de leer algo sobre Edgar Allan Poe, Eduardo Punset o algún otro genio más.
Sin más dilación me despido, a la francesa.